Dra. Carmen Teresa Medina, DPT, MSPT, C/NDT/ GMA
Doctora en Terapia Física Pediátrica de Neurodesarrollo
Especialista Infantes - Andarines
Análisis Biomecánico de Ambulación
Enfoque Diagnóstico y de Prevención
Terapia Pediátrica Tradicional
Terapia Pediátrica Tradicional
La misión de educar para la prevención y la detección temprana de las deficiencias del habla y alimentación relacionadas al control para el posicionamiento y el movimiento sensorial-oral motor, es parte del programa de intervención holística e interdisciplinaria del Departamento de Patología del Habla y Lenguaje en la Clínica. La Terapia del Posicionamiento Oral (boca)-Motor (movimiento a través de la contracción típica los músculos) es una intervención que requiere entrenamiento especializado por parte del profesional y actualmente es una certificación profesional para Terapistas Físicos, Ocupacionales y Patólogos del Habla–Lenguaje.
Esta terapia integra a la terapia tradicional del habla y lenguaje al componente táctil-propioceptivo, es decir el infante que no está “sintiendo” apropiadamente el estímulo (alimento) para responder a través de los movimientos de su lengua, mandíbula, y de la contracción de la musculatura del área oral (boca-cara) para chupar, transferir la comida de un lado a otro de su boca para masticar y tragar apropiadamente, podría beneficiarse de esta intervención. Como el movimiento está basado en la sensación que le asistirá en “aprender” los movimientos (propiocepción) relacionados a chupar y progresivamente a masticar y coordinar estas actividades con tragar y respirar, estos componentes son los que asisten luego para que el niño presente y lleve a cabo el acomodo o posicionamiento correcto de sus labios, mandíbula, lengua para producir el sonido.
La Terapia del Habla y Lenguaje tradicional es en principio visual- auditiva.
La Terapia del Posicionamiento Oral–Motor es la “Terapia-Física” para el área oral-motora que se utiliza para obtener progresos en el componente sensorial, en aprender para luego recordar e integrar repetidamente el movimiento correcto que se necesita para producir el sonido (habla) y para la alimentación.
Si el infante/niño no puede “sentir” el alimento o la posición de la boca/mandíbula/labios y/ la contracción del músculo o presenta una reacción “negativa” ante estos o alguno de estos, su claridad al hablar estará comprometida.
Nuestros profesionales cuentan con la preparación académica, la experiencia y la educación continua para poder ofrecer a cada infante/niño el manejo de acuerdo a sus necesidades para promover el desarrollo del control para el posicionamiento oral-sensorial-motor.
En el desarrollo típico el infante desde que nace se alimenta a través de la acción refleja que presenta por la sensación de un estímulo sensorial dentro y/o afuera de su boca. Esta sensación la produce la mamadera o el pezón de la madre, si es lactado y el líquido que es la leche.
El infante responde automáticamente ante esa sensación con la acción oral (boca)-motora (muscular) de chupar y combina ese chupado con la acción motora de tragar y combinar ese tragar con su respiración. Toda esta actividad es refleja (responde al estímulo táctil, no es voluntaria) y es a través de ésta que comienza a desarrollar la fuerza muscular, la coordinación y el control de los músculos dentro y afuera de la boca, porque es a través del control de la musculatura de la boca, cara y de aceptación de diferentes sensaciones donde comienzan los pre-requisitos sensorial-motores que son parte integral del habla.
Hoy en día la Patología del Habla va dirigida a detectar antes de los 2-3 meses si un infante tiene problemas de alimentación. Los signos/señales que pueden asistirle a usted para detectar deficiencias en esta área son:
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Ocasionalmente tos o ahogo lo cual indica una mala coordinación de la succión, la deglución y la respiración.
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Arqueo o rigidez del cuerpo durante la alimentación.
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Irritabilidad o falta de atención durante la alimentación. Llanto y mucha pausa en la alimentación para continuar la misma.
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Tiempo prolongado de alimentación (más de 30 minutos)
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Frecuentes regurgitaciones
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Neumonía o infecciones respiratorias recurrente
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Voz ronca, entrecortada o Sofocada
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Menos de peso normal o atraso en el crecimiento
Y es que los infantes con desarrollo típico del habla y lenguaje desde que nacen tienen unos reflejos que los asisten en: sensaciones, como sienten el alimento, motor, como manejan los movimientos de la cara, boca y lengua para manipular los alimentos y función, alimentación. Y luego es a través de éstos; sensorial (gusto), motor (chupar, mover la lengua y los labios, tragar y respirar) que logra el habla el cual comienza a la 1 ½ semana con una sonrisa. En respuesta a un sonido, al ver su cara, el infante sonríe, lo busca con la mirada, de esta manera se puede observar las primeras muestras de desarrollo del lenguaje. Además el desarrollo del lenguaje está impactado por la adquisición de destrezas adecuadas para la alimentación. A continuación conductas que se observan durante el desarrollo típico de la alimentación:
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1 mes: El infante toma 2-4 onzas de líquido por la alimentación, utiliza un patrón de chupar, pierde un poco de líquido.
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4 meses: El infante toma 4-7 onzas de líquido, secuencias de 20 o más chupa, pérdida del reflejo de succión, succión se convierte en un acto intencional.
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6 meses: El infante comienza a comer cereales y alimentos en puré, toma de 9 a 10 onzas de alimentos o líquidos, utiliza patrón de mordida primitivos de liberación al ingerir una galleta suave y puede usar movimientos de masticación intermitente arriba/abajo.
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8 meses: El infante ingiere purés más espesos a los 7 meses; alimentos infantiles y o con grumos a los 8 meses, visual y táctilmente reconoce cuchara, secuencias largas de succión, deglución y la respiración y la lengua se mueve hacia arriba y hacia abajo en un patrón.
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1 año: El niño domina secuencias más largas de succión continuas al beber de una taza, realiza movimiento de la mandíbula verticales al masticar con la variación de movimientos de arriba/abajo y la velocidad, usa movimientos laterales de la lengua cuando la comida se coloca en el lado de la boca y los labios se mueven para remover la comida de la cuchara.
El masticar incluye todos los movimientos de la boca. La mandíbula se mueve abajo/arriba y a los lados igualmente la lengua. Son estos los movimientos que hacen que cuando su hijo hable usted entienda y es así como nosotros en CPT, Inc. prevenimos en el infante problemas de habla y lenguaje. Porque la detección tan temprana como cuando su infante comience a alimentarse, sonreírse, a mirarle y a responder es prevención para el desarrollo del habla y el lenguaje.
Dra. Carmen Teresa Medina, DPT
Terapista Físico Pediátrico