Dra. Carmen Teresa Medina, DPT, MSPT, C/NDT/ GMA
Doctora en Terapia Física Pediátrica de Neurodesarrollo
Especialista Infantes - Andarines
Análisis Biomecánico de Ambulación
Enfoque Diagnóstico y de Prevención
Terapia Física de Neurodesarrollo
Cuando un bebé tiene dificultad en moverse significa que hay algún problema en el control de sus músculos. Algunos pueden estar muy monguitos y otros más rígidos. Cuando se afecta el control muscular se dificulta el balance y el equilibrio. El balance es necesario para rescatar el movimiento de las diferentes partes del cuerpo.
El equilibrio es necesario para moverse de una posición a otra. El bebé expresa esta dificultad con retraso en su desarrollo motor amplio. No hace lo que debe de hacer para la edad que se espera que lo haga. No se vira, o no se sienta, o no gatea. No se para o no camina. Muchos niños lloran cuando se les coloca boca abajo o boca arriba. Otros rechazan pararse. Otra forma de expresar su dificultad es moviéndose de forma incorrecta.
La calidad de los movimientos del bebé nos da información muy valiosa de su control muscular. Cuando hay problemas en el control muscular, la calidad de los movimientos se altera y el bebé sustituye con patrones de movimiento incorrectos o simplemente evitando la posición, lo cual expresa regularmente con llanto o evitándola.
El desarrollo motor amplio se reconoce mejor como desarrollo sensorial motor porque es a través de todos los tipos de sensaciones la forma en que el bebé se manifiesta el mismo. El desarrollo sensorial motor amplio establece y determina el transcurso y la calidad del desarrollo motor fino, de la percepción, del aprendizaje, del desarrollo social y emocional y del control necesario para chupar, tragar, manejar alimentos sólidos y eventualmente en el desarrollo del habla y lenguaje, entre otros.
Afortunadamente, existen evaluaciones formales y estandarizadas que asisten a identificar desde el nacimiento de un bebé, factores de alto riesgo que puedan expresarse en el futuro como desorden en el movimiento y alterar el transcurso normal del desarrollo motor amplio del bebé.
El identificar durante los primeros meses un desorden de nacimiento pueda hacer la diferencia para bien no tan solo en el desarrollo motor amplio sino en todas las demás áreas relacionadas a este. Una evaluación en Terapia Física de Neurodesarrollo puede prevenir que el retraso en el desarrollo del bebé continúe y puede dar información muy valiosa al médico.
Si tiene alguna pregunta o preocupación sobre el desarrollo motor amplio, contáctenos para consulta con La Dra. Carmen T. Medina, Doctora en Terapia Física Pediátrica, especialista en Neurodesarrollo.
La detección temprana e intervención inmediata con terapia pediátrica adecuada es prevención.
¡Aquí empieza todo!